" Si todo el año fuese fiesta,
divertirse sería más aburrido que trabajar"
- Shakespeare
... Y por fin llegamos a septiembre, una cita en el calendario esperada casi a
nivel mundial, para empezar a atisbar un poquito de normalidad, pero no de la
" nueva normalidad" sino de la de siempre, la antigua, la que nos
permitía ser felices sin restricciones, sin miedo a vivir.
Parece
que la evolución del virus ya es en casi en todo el mundo
"favorable", pese a la versión Delta ya integrada, y la llegada de
las nuevas cepas.
El
proceso de vacunación se esta desarrollando con éxito y ya se esta aplicando a
los más jóvenes, siendo en estos días 35.070.311
las personas con la pauta completa de la vacuna administrada, lo que
representa, casi un 75% de personas inmunizadas con el ritmo actual.
...Y
así, con estas buenas noticias pero resistiéndonos, empezamos a decirle adiós
al verano, un verano diferente ( y ya van dos) en el que hemos vivido un cruce
de sensaciones, por un lado, una incipiente libertad que nos permitía disfrutar
de las terrazas, el sol, la playa, conciertos de música, pero por otra, un atisbo de responsabilidad, con miedo al contagio, y un no saber bien si
contribuíamos a acabar con la pandemia o por el contrario alargábamos su
existencia con nosotros.
Sea
como sea, la vida continúa, y ya de
nuevo está comenzando el curso escolar y universitario, también el curso
político e institucional y asimismo, las empresas y la administración están
poniendo en marcha su maquinaria, y con ello, todas las personas con
suerte de tener un trabajo, se reincorporan de las vacaciones, y parece que el
mundo vuelve a funcionar....
Pero
como funcionamos...?
La
vuelta de las vacaciones junto con la llegada del otoño, siempre se ha
caracterizado por ser una época de nostalgia, melancolía y tristeza, el sol no
muestra ya el ímpetu que tenía en agosto, las hojas de los árboles se tornan
marrones, y los días se van volviendo más cortos y con ellos se acorta también
el tiempo de ocio y disfrute.
Si
a todo esto juntamos, los estragos que esta dejando la Covid-19 en nuestro
comportamiento diario y en la forma de relacionarnos, observamos que al volver a la rutina, nos encontramos más
estresados, emotivos y con más ganas de descansar, pese a tener las pilas
cargadas, el aterrizaje a la realidad nos cuesta más este año, nos supone un
esfuerzo más grande que antes.
Pero desde Amity People, os animamos a que esto no ocurra,
no vamos a dejar que pase,
adaptarnos a la vida post-covid y
a la vuelta de vacaciones no debe ser una carga, al revés vamos a darle la
vuelta y hacer el momento perfecto.
Después
de todo lo vivido y aprendido con la pandemia, hay que vivir el día a día, con
ilusión y vamos a conseguir que el
pensar en la vuelta a la rutina sea el motivo que nos implique retomar actividades gratificantes. Vivir,
compartir y planificar momentos de descanso y momentos, donde poder realizar
actividades que nos mantengan motivados, dedicándonos tiempo y disfrutándolo,
porque seguro que con ello, con bienestar, aumenta nuestra motivación y mejora
nuestro rendimiento.
Vamos
a conseguir que la nueva normalidad sea una vida mejor, para todos!!
TE LO MERECES !!
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