Si a todos nos
preguntaran hoy, que fue lo primero que sentimos con la llegada a nuestras
vidas de la Covid-19 seguro, que la mayoría contestaríamos sin pensar MIEDO, un
temor ante lo desconocido, ante aquello que lo único que sabemos de él, es que nos merma la salud y que nos puede
quitar la vida.
Tener miedo es lícito, pero dominándolo, aceptándolo y reconociendo que la Covid-19 es un gran enemigo que aunque no debe dominarnos, no debemos dejar de darle el respeto que merece para poder vencerlo y poder salir airosos de este nuevo envite que no ha puesto la vida.
Y así y sin miedo nos levantaremos cada día, hasta que le ganemos la batalla, con alegría y con ilusión.
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